martes, 11 de noviembre de 2008

Ojén y personajes con historia














Bartolomé Sánchez Ballesteros. Vivió entre el siglo XVII y el XVIII. Sus descendientes forman parte de las actuales familias con los apellidos Sánchez, Mairena, García y Rodríguez. Era descendiente de un repoblador originario de La Roda (Albacete) que se estableció en Ojén durante el proceso de repoblación de 1571. Fue miembro destacado de la comunidad de labradores y pobladores del lugar. Era propietario de uno de los molinos medievales del lugar, que donó a una capellanía que dotó en la Parroquia de la Encarnación, junto con sus esposa, y cuyas rentas vinculó. Fue heredero de esta capellanía su hijo, el presbítero y párroco de Ojén, don Lucas Sánchez Ballesteros, que en su testamento fechado en 1807, dejó todos sus bienes y rentas, incluido el molino y los derechos de la capellanía a su sobrino Lucas Mairena Sánchez-Ballesteros, que fue el último propietario del molino y fue enterrado en la sepultura familiar que existía en bajo el altar mayor de la iglesia parroquial en 1864. El molino es el que actualmente alberga el Museo de Ojén.
Mis agradecimientos a Alfonso Sánchez Mairena por aportar esta información.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Alegría en los arroyos

Arriba cascada en El Charcón, Arroyo Almadán.
Abajo imagen que presenta Río Real a su paso por el Charco Las Viñas.
Abajo, rápido en la Cañá La Puente.

Abajo: la alberca de la Cañá La Puente junto al arroyo.


Abajo, cascada de agua en la Cañá Los Columpios.




Durante el fín de semana pasado las abundantes lluvias que han caído en Ojén se han hecho notar, y de qué manera. Los arroyos que bajan de Sierra Blanca se han llenado de alegría y desbordan aguas limpias y cristalinas que con fuerza ensordecedora y borboteantes surcan su lecho encauzado hacia su encuentro con Río Real, no sin antes formar rápidos en su incesante camino desde las alturas de la sierra que les vé nacer. La imagen de un agua limpia y clara con sus saltos de espuma blanca que destacan sobre el fondo verde es de una belleza extraordinaria. Este es otro de los regalos que nos ofrece la naturaleza. Disfrutémoslo, ahora.