En este mes de marzo hace treinta años que desapareció uno de los símbolos franquistas mas injustos de los que se usaron en este país tras la guerra civil española. Se trata de la denomina cruz de los caídos que en realidad sólo representaba a los muertos del bando ganador de la contienda. En su lugar y tras su fulminante derribo el Ayuntamiento decidió poner la placa que hay actualmente y cuya leyenda se aproxima con mas acierto al mensaje de la crueldad de cualquier guerra. Es este un mensaje menos aguerrido por no ser provocativo, pero mas pacificador y acorde a los nuevos tiempos que se aproximaban para esta España que por desgracia conoció una cruenta guerra civil durante tres años y luego una dictadura de casi cuarenta. El texto es de Antonio Machado y forma parte de "España en paz" CXLV (Campos de Castilla)
martes, 30 de marzo de 2010
domingo, 21 de febrero de 2010
Calle Portón
Esta calle se encuentra en un lugar céntrico del pueblo de Ojén, desde el centro podemos subir desde la plaza del pueblo por calle La Carrera hasta calle Granadillos y luego a la izquierda subiendo nos encontramos con calle Portón la cual nos lleva hasta cruzar nuevamente con la zona alta de calle La Carrera. Esta calle lleva el nombre de la zona donde está enclavada que es conocida como El Portón. En el año 2007 la Asociación de Mujeres Jazmín le otorgó el premio a la calle mas bonita del pueblo.
viernes, 1 de enero de 2010
Ojeneto de nacimiento
El 26 de abril de 1937, en plena Guerra Civil, Guernika-Lumo sufrió un ataque devastador de la aviación alemana, italiana y "nacional española". Los daños fueron terribles y este acto forma parte de una de las muchas barbaries que en esta y en todas las guerras se cometen. Para la posterior reconstrucción de la ciudad y, una vez acabada la guerra se utilizó la mano de obra más barata que existia: la de los presos políticos. Con tal de librarse de los encierros en cárceles en condiciones inhumanas muchos presos se acogieron a la Ley de Redención de Penas por el Trabajo. Pero las condiciones laborales eran de semiesclavitud en la que el hambre, hacinamiento, enfermedades, falta de higiene y malos tratos eran habituales. En la medida que el paso del tiempo permitia el redimiendo de la pena, muchos de ellos obtenian cierta libertad, aunque la mayoria tenian prohibido volver a su lugar de origen, a su pueblo natal. Acabada la reconstrucción en 1945 a los presos liberados se les presentó la ocasión de marcharse o quedarse a vivir en la ciudad. Según el Archivo del grupo de historia GUERNIKAZARRA entre la lista de los que optaron por seguir viviendo en Guernika figura D. Andrés Garcia Peña, albañil y ojeneto de nacimiento.
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