viernes, 1 de enero de 2010

Ojeneto de nacimiento





El 26 de abril de 1937, en plena Guerra Civil, Guernika-Lumo sufrió un ataque devastador de la aviación alemana, italiana y "nacional española". Los daños fueron terribles y este acto forma parte de una de las muchas barbaries que en esta y en todas las guerras se cometen. Para la posterior reconstrucción de la ciudad y, una vez acabada la guerra se utilizó la mano de obra más barata que existia: la de los presos políticos. Con tal de librarse de los encierros en cárceles en condiciones inhumanas muchos presos se acogieron a la Ley de Redención de Penas por el Trabajo. Pero las condiciones laborales eran de semiesclavitud en la que el hambre, hacinamiento, enfermedades, falta de higiene y malos tratos eran habituales. En la medida que el paso del tiempo permitia el redimiendo de la pena, muchos de ellos obtenian cierta libertad, aunque la mayoria tenian prohibido volver a su lugar de origen, a su pueblo natal. Acabada la reconstrucción en 1945 a los presos liberados se les presentó la ocasión de marcharse o quedarse a vivir en la ciudad. Según el Archivo del grupo de historia GUERNIKAZARRA entre la lista de los que optaron por seguir viviendo en Guernika figura D. Andrés Garcia Peña, albañil y ojeneto de nacimiento.