Amanece con el cielo gris, plomizo, comienza a chispear. La lluvia es fina, cae despacio. Las nubes deambulan tranquilas, sin prisas. El frio ya hizo su aparición hace pocos días, hoy además derrocha humedad, se nota que ha llegado el otoño. En el suelo una alfombra de hojas bajo los árboles, fina capa vegetal de naturaleza muerta que ruzume humedad. Son dias de no salir, apetece hacer casa, jornada nostálgica, melancólica, en ocasiones triste, otras con recuerdos casi olvidados, como sacados de un baúl viejo, yo lo denomino el típico día de las tres b. Nuestro otoño también nos trae toda una amalgama de colores vivos, llenos de vida, que irradian vitalidad, la antítesis de los árboles desvestidos, son iridiscencias de nuestras calles, nuestros rincones, nuestros jardines y nuestros campos. Simplemente es: el otoño de Ojén.
sábado, 24 de noviembre de 2007
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