Un ojeneto por la libertad

Gonzalo Márquez, vecino de Ojén era uno de los cincuenta y dos colaboradores del General Torrijos que, junto a éste, fueron fusilados al amanecer del día 11 de diciembre de 1831 en la playa de San Andrés en Málaga, un grumete de 19 años que les acompañaba corrió la misma suerte. Estaban a la orden del General Torrijos cuando luchaban contra el poder absolutista del rey Fernando VII y cuya misión era reinstaurar la constitución de 1812 abolida por este monarca. Un 30 de noviembre y, procedentes de Gibraltar, se ven obligados a desembarcar en Fuengirola ya que en la mar les esperaba el buque de guerra Neptuno. Huyen por la ribera del Rio Ojén hacia el interior y en Alhaurín de la Torre eran apresados. Posteriormente fueron cunducidos a Málaga y un 9 de diciembre sin ninguna clemencia el rey Fernando VII dicta la orden de condena: "Que los fusilen a todos". Hoy los restos del general Torrijos y sus acompañantes se encuentran debajo del obelisco que está en la Plaza de la Merced, en Málaga. Hay una placa con el nombre de todos ellos. Valga este trabajo para el reconocimiento merecido de Gonzalo Márquez, vecino de Ojén que luchó en pro del orden constitucional y contra el absolutismo monárquico.