miércoles, 17 de septiembre de 2008

Niebla, bruma, tarot











Ayer por la mañana Ojén ofrecía una imagen casi de película: bruma, niebla del mar que aquí se conoce con el nombre de tarot, subió desde el mar por la cuenca de Río Real, cañada arriba hasta casi el pueblo de Ojén; arriba hacia el Cerro Ojenete y el Cerro Nicolás el cielo lucía un azul intenso. Es como el mundo al revés: cubierto en la costa, despejado en la sierra. Un fenómeno meteorológico, que aunque se da con cierta frecuencia en la zona, no deja de ser llamativo y, siempre que aparece digno de mención y comentarios. Al amanecer se vé subir la niebla hacia el pueblo, algunas veces llega y lo cubre todo, otras se queda muy cerca; después cuando el sol va ganando la mañana la bruma se retira hacia su mar de dónde nació. Es uno de los muchos espectáculos que algunas veces nos ofrece la naturaleza.
A continuación reproduzco cómo lo define el amigo Israel en una brillante intervención en su blog cuyo enlace es http://www.lasestacionesylosdias.blogspot.com/

BRUMA Y MAR
Esta mañana, pronto, contemplo el Mediterráneo. Ahí, abajo. Es un espejismo, un taraceado algodonoso del que sólo sobresalen penachos blancos, nubes vaporosas de un agua antigua fermentada por el calor y las corrientes del Estrecho. Asemeja una pradera de lanas cardadas, de blanduras inmaculadas e imposibles. Llega la bruma marina hasta la misma línea de costa y hace desaparecer entre su voracidad a la vecina Marbella, como intentado lavar sus culpas y pecados desmedidos. Parece una nada purificadora, arrebatadora, casi mística. Por levante ya se tiñen esos algodones de rosas y púrpuras y la beatitud se transforma en feria, tal cual parecen algodones festivos y comestibles, de aquellos en los que, irremisiblemente se quedan los dedos pegados. Parece una bruma compacta, sin servidumbres a la visibilidad, sólo el mar y ella, reinante, sobre él, como un sexo apocalíptico e inabarcable.
Bruma en el horizonte, y yo sin tomar café, así se confunden sueño y vigilia.
Escrito por Israel Olivera en 19:17




2 comentarios:

Israel Olivera dijo...

Gracias por tus palabras, Benito, y gracias por publicar uno de mis comentarios en tu blog. Buenas fotos... parecía que la bruma se nos iba a comer...
Un saludo

Anónimo dijo...

¡qué fotos tan acertadísimas! La primera me parece espectacular.Y lo del nombre de tarot para este fenómeno no lo había oído jamás.Ahora me hago una perfecta idea.Ilustrativo.Gero arte,Bg.